climax terrible de tuti fortisimi
Hacer el amor debería ser como hacer música... y que para empezar, los dos músicos deben comenzar la tocata lejos de sus instrumentos principales, utilizando en su lugar los labios y las pestañas y los lóbulos de las orejas, y que la música debe dar placer incluso en su inicio pianísimo.
La musica sube a vivace cuando se introducen instrumentos como los prominentes pechos y los pezones suavemente rígidos, e incitando a utilizar la lengua en lugar de los dedos para sacar notas de ellos. Con aquel pizzicato uno canta y la voz acompaña la música.
Despues se prosigue a afinar la lumagheta, parecido a la clave de laúd, de un modo delicado y hábil, para asi conseguir una entera soñara y tañera,que ocasione una vibracion deliciosamente como un laúd verdadero.
Por ejemplo, a veces toquetear como a los trastes de una viella, y al instante siguiente utilizar los labios como si se tocara una dulzaina, y luego mover rapidamente la lengua como si fuera un flautista tocando su instrumento.
No es hasta muy entrado el divertimento de la tarde, en el que se juntan los instrumentos principales, tocando al unísono, y la música sube en crescendo hasta un climax terrible de tuti fortisimi. luego uno se dedica a repetir una y otra vez, durante el resto de la tarde.
Después se tocan varias codas, que van en progresivo diminuendo, hasta que se queda uno vacio de música.
Y se permanece entonces uno tranquilo al lado del otro, disfrutando de los ecos cada vez más debiles del tremolo... dolce, dolce... dolce...